Por: Raúl Peñaranda U. - Periodista ...
Por: Raúl Peñaranda U. - Periodista
Habría que entender bien la declaración del presidente Evo Morales cuando dijo que “no lo orientaron” adecuadamente hace “seis o siete años” en el tema de la salud. Y que por eso no sabía que “los hermanos” se enferman de cáncer y que carecen de tratamiento. También admitió que pudieron haberse construido más hospitales durante su gestión.
Es preocupante ver que el Presidente falta a la verdad. No es cierto lo que dice. No es que no lo “orientaron” y que por eso no construyó más centros de salud. La verdad es que él sabía todo eso. Y, pese a saberlo, no actuó en consecuencia, por una mezcla de tozudez y visión personal: pese a que miles de personas le decían que se preocupara de la salud, él insistía en construir canchas. Contra el sentido común y la lógica, afirmó que las canchas son mejores que los hospitales, puesto que la gente deja de enfermarse. Habría que preguntarle por qué él ha sido operado ya cinco veces (de la rodilla, dos; de la garganta, dos; del tabique nasal, una) en los últimos 12 años si es que juega tanto al fútbol.
Morales no puede decir que “no sabía” sobre temas de salud porque el tema está en debate permanente. Es conocido que al Presidente no le gusta leer (él mismo lo dijo), pero contó que sus asistentes le leen resúmenes de prensa. Y ahí, suponemos, estaban incluidos estos asuntos.
Pero hay más: Morales logró hacer expulsar del país al padre Mateo, un cura español que hacía campaña por el aumento del presupuesto para la salud. El mismo Morales comentó las acciones del sacerdote. Y hay todavía más: hace poco, en Santa Cruz, los enfermos de cáncer y los médicos subieron a la segunda planta del oncológico de esa ciudad y lograron captar la atención de Morales con gritos y pancartas.
Y, finalmente, fue testigo de la protesta médica del año pasado. El mismo Morales expresó que deseaba que se realizara una cumbre para reorientar las políticas públicas de ese sector.
Es preocupante ver que el Presidente falta a la verdad. No es cierto lo que dice. No es que no lo “orientaron” y que por eso no construyó más centros de salud. La verdad es que él sabía todo eso. Y, pese a saberlo, no actuó en consecuencia, por una mezcla de tozudez y visión personal: pese a que miles de personas le decían que se preocupara de la salud, él insistía en construir canchas. Contra el sentido común y la lógica, afirmó que las canchas son mejores que los hospitales, puesto que la gente deja de enfermarse. Habría que preguntarle por qué él ha sido operado ya cinco veces (de la rodilla, dos; de la garganta, dos; del tabique nasal, una) en los últimos 12 años si es que juega tanto al fútbol.
Morales no puede decir que “no sabía” sobre temas de salud porque el tema está en debate permanente. Es conocido que al Presidente no le gusta leer (él mismo lo dijo), pero contó que sus asistentes le leen resúmenes de prensa. Y ahí, suponemos, estaban incluidos estos asuntos.
Pero hay más: Morales logró hacer expulsar del país al padre Mateo, un cura español que hacía campaña por el aumento del presupuesto para la salud. El mismo Morales comentó las acciones del sacerdote. Y hay todavía más: hace poco, en Santa Cruz, los enfermos de cáncer y los médicos subieron a la segunda planta del oncológico de esa ciudad y lograron captar la atención de Morales con gritos y pancartas.
Y, finalmente, fue testigo de la protesta médica del año pasado. El mismo Morales expresó que deseaba que se realizara una cumbre para reorientar las políticas públicas de ese sector.